Don Javier: Semblanza de una gestión exitosa
Leída en la Sesión de Homenaje al Profesor Doctor Javier Arias Stella, el 22 de Agosto de 2019, Campus Sur de la UPCH
Por: Melitón Arce Rodríguez
1, Me corresponde en esta reunión referirme a nuestro homenajeado en cuanto toca a su importante y fructífera labor como miembro de la Academia Nacional de Medicina, en particular a su gestión como presidente de ella, tarea que, de antemano, reconozco resulta difícil de compendiar en un breve texto y menos aún de reseñarla en pocos minutos, no sólo por su riqueza programática sino por los trascendentes logros alcanzados, tarea que se me hace más difícil dadas mis naturales limitaciones.
2. Recordemos previamente que el doctor Javier Arias Stella, se incorporó a la Academia el 03 de Diciembre de 1965. Como eminente patólogo y docente universitario, contribuyó desde muy temprano a la difusión del conocimiento en los temas de su competencia y con ello, a elevar el prestigio científico de nuestra institución, destacando como uno de sus miembros más eminentes y ganándose el respeto de los asociados, quienes lo eligieron presidente, en una primera oportunidad, para el período 1975-76, gestión que hubo de verse interrumpida por el exilio que sufrió en razón de su militancia política y su desempeño como Ministro de Salud, durante el primer gobierno democrático del Presidente don Fernando Belaúnde Terry, hecho que le impidió pues realizar en nuestra Academia las diversas iniciativas que sin duda hubieran sido un anticipo de las muchas que pudo concretar posteriormente y de las que trataremos de dar cuenta más adelante.
3. Haciendo de nuestro ilustre personaje un breve recorrido biográfico, recordemos que desde sus primeros años de egresado de las aulas sanmarquinas, dedicó sus esfuerzos e inquietudes a la docencia y la investigación, en particular, en el campo de la Patología al lado del eminente y recordado Profesor Pedro Weiss, de cuyo equipo llegó a ser uno de los miembros más destacados, contribuyendo al mayor desarrollo y prestigio de esta disciplina, llegando a descubrir y describir hallazgos histopatológicos importantes uno de las cuales ha sido perennizado con su nombre. Sus méritos profesionales, sin embargo no quedaron dentro de esos límites, y pronto como profesional de la salud, sintió la necesidad de incursionar en actividades de gobierno vinculadas a este importante quehacer de la vida nacional, obviamente en ella también destacó por sus atributos en cuanto a talento, conocimiento, moralidad y espíritu democrático.
4. Continuaré reiterando que la prolífica gestión que presidiera y condujera entre 1999 -2001 Don Javier, que como queda dicho fue pródiga en importantes realizaciones, tuvo, particularmente, gran significación en 4 ámbitos:
(a) el de la salud pública en general y sobretodo la del país, incidiendo sobre su insatisfactoria situación y promoviendo el análisis de los factores condicionantes de ello, la permanente carencia de recursos para superarla así como las medidas para proyectarlas hacia mejores rumbos en el milenio que se iniciaba, enfatizando en todo este análisis la trascendencia y valor del Acto Médico.
(b) en el de la educación médica, abordando la grave crisis que amenazaba su futuro ante la creación poco racionalizada de nuevas facultades de medicina, la que, en acción conjunta, con el Colegio Médico y el Ministerio de Salud dio lugar a la creación de la Comisión Acreditadora de Facultades de Medicina (CAFME), institución multisectorial que desde entonces y por muchos años, tuvo a su cargo la evaluación de las ya existentes y de aquellas por crearse, como requisito indispensable para autorizar su funcionamiento,
(c) la necesaria interacción con las demás profesiones de la salud, cuyas actividades requerían de un abordaje coordinado con la profesión médica para lograr en el cuidado de los pacientes un efecto a la vez que eficaz, también libre de interferencias e intrusismos, y
d) la importancia de promover la investigación científica como instrumento de avance del conocimiento y garantía de una medicina más eficiente, permitiendo con ella elevar el nivel de salud de la población.
El énfasis puesto en estos 4 propósitos contribuyó a elevar el prestigio de la Academia, mostrándola como una de las instituciones más preocupadas por contribuir a resolver los problemas que en esos campos se confrontaban, dejando clara evidencia de sus altas dotes de dirigente, de su amplio dominio de la problemática social y sanitaria del momento y su indiscutible calidad de médico, político, profesor universitario e investigador.
5. La magnífica Memoria que publicara al concluir su gestión ilustra en una enumeración clara, ordenada y detallada estos y otras acciones que permitieron el cumplimiento de su agenda de trabajo, destacándose en ella los siguientes:
a) La búsqueda permanente por armonizar sus actividades con las de instituciones afines del país. En este propósito, fortaleció las relaciones con la Academia Peruana de Cirugía, el Colegio Médico, las diferentes sociedades científicas y las universidades del país, sin descuidar al importante grupo de los establecimientos asistenciales y las instituciones de orden social y cultural. En este aspecto destaca también la coordinación realizada con las academias pertenecientes a otras profesiones como las de la Lengua, de Historia, de Ciencias de Ingeniería y de Derecho para interactuar en un proceso de aproximación al gobierno, restituyendo de este modo la relación resquebrajada entre ellas y el gobierno precedente y promoviendo con todas ellas un mayor uso de la Casa de Osambela para la realización de actividades individuales o compartidas fueran estas de orden cultural o ceremonial.
b) Su interés por poner en renovado valor el pasado histórico propiciando dentro de ello las actividades de recuperación arquitectónica del antiguo Hospital Real de San Andrés, monumento histórico nacional.
c) Fuera del país, buscó afianzar la interacción con las academias de los países hermanos, sin duda alguna, admitiendo que, salvo en algunos aspectos muy restringidos propios de cada realidad nacional, todas ellas confrontan en el universo de sus diarias preocupaciones, objetivos y metas similares, en su afán de promover a la par que un conocimiento médico del más alto nivel y un ejercicio de elevado profesionalismo, contribuir a forjar sociedad culturalmente desarrollada.
d) Bajo el epígrafe de Medicina de Frontera, conduce el quehacer de la Academia a discutir y poner en actualidad los avances y nuevos enfoques logrados en el ámbito científico y tecnológico, en una suerte de Quo Vadis de la medicina como ciencia y la salud como derecho social, relievando, en base a estos avances, las connotaciones futuras de las enfermedades en sus aspectos etiológicos y patogénicos así como en los clínicos y terapéuticos.
e) No estuvo ausente tampoco en su gestión, una justa y reconocida mirada al pasado, rescatando en ella la trascendencia histórica que en los diferentes escenarios del quehacer humano tuviera la fundación de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos y la construcción y el desarrollo de una comunidad médico-científica, docente y socio cultural, que devino en precursora de nuestra Academia y gestora de sus primigenios dirigentes; con ello rescatando su valioso aporte en tanto que, sumando sapiencia y esfuerzo, contribuyeran a forjar su larga vida y fecunda existencia, convirtiéndola en lo que es hoy, un baluarte nacional de ciencia y cultura y un garante de la conservación del correspondiente patrimonio bibliográfico nacional.
f) Un logro importante constituyó también la organización y realización del Sexto Congreso Nacional de la Academia el cuál alcanzó un rotundo éxito.
g) En fin no hubo aspecto ni época de la vida institucional que, a propósito de los diferentes eventos llevados a cabo durante su gestión, no fueran debidamente merituados, enalteciendo con ello el rol que a través de su larga vida había cumplido la Academia y consolidando la continuidad del hilo histórico de su fructífera existencia.
6. Debo afirmar, a poco de concluir mi intervención, que esta presentación traída a manera de semblanza no pretende ni puede mostrar en detalle lo que fue la gestión de Don Javier, sin duda una de las más brillantes de la historia de nuestra Academia, tan sólo ha querido glosar los aspectos básicos de ella.
Gracias